La Refrigeración líquida es una forma de quitar el calor de los componentes. A diferencia de la refrigeración por aire, usa agua como transmisor del calor y es usada frecuentemente para la refrigeración de motores en automóviles. Otros usos incluyen la refrigeración del aceite lubricante.
Las ventajas de la refrigeración por agua en vez de por aire incluyen el mayor calor específico, densidad y conductividad térmica, de forma que el agua puede transmitir el calor a gran distancia con mucho menos flujo volumétrico y diferencia de temperatura. Esto lleva a la mayor ventaja de la refrigeración por agua sobre los disipadores tradicionales: la capacidad mucho mayor de transportar el calor desde la fuente hasta una superficie de enfriamiento secundaria, que permite radiadores grandes, de diseño óptimo, en lugar de pequeñas aspas ineficaces montadas en o cerca del núcleo de la unidad central.
Una instalación típica de refrigeración por agua consta de un objeto a enfriar, una bomba que hace circular el agua y un radiador como disipador grande (posiblemente con un ventilador). Estos componentes están unidos por tubos.